Aguilles d'Ansaberre en diciembre
Delimitando la frontera pirenaica, la dulce Francia se eleva abrupta en la zona más agraciada, desde el punto de vista paisajista, de toda la cordillera: el escondido valle de Lescun. Este rincón, sin presentar las cimas más altas, muestra un conjunto variado y escénico de hayedos, abetales, prados, granjas, arroyos y lagos, defendidos de Bóreas por los picos más agudos que la erosión de la roca caliza puede ofrecer: las agujas de Ansaberre, captadas en esta toma tras el alba de fines de diciembre.
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